1. Lave sus manos con agua y jabón.
2. Detenga la
hemorragia utilizando gasas, toallas de papel, o lo que tenga a mano que no cause mayor infección en la herida.
2. Detenga la
hemorragia utilizando gasas, toallas de papel, o lo que tenga a mano que no cause mayor infección en la herida.
3. Presione la herida y una vez que la gasa esté llena de sangre, la deja por unos segundos y luego la cambia (facilitando la formación del coágulo).
4. Eleve un poco la extremidad accidentada, así disminuye el flujo sanguíneo y la hemorragia.
5. Una vez controlada la hemorragia, rocíe la herida con agua o con una solución estéril como suero fisiológico.
6. Lave la herida con agua y jabón neutro.
6. Lave la herida con agua y jabón neutro.
7. Enjuague la herida con agua o suero fisiológico.
8. Humedezca una tórula de algodón con antisépticos y aplíquela en la herida. Use movimientos lineales, sin volver al inicio de la herida con el mismo algodón ya infectado.
9. Cubra la herida con una gasa estéril y fíje la tela adhesiva.
10. Si la herida es muy profunda o extensa, no dude en recurrir al médico.
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